Francesc González

Hoy hablamos con Francesc González, gerente de Clínica veterinaria Giravet, en la localidad de Vilafranca del Penedès (Barcelona).   

Desde pequeño el mundo animal me ha atraído muchísimo. Soy de la generación que crecimos viendo en TV programas de divulgadores como Félix Rodríguez de la Fuente o Jaques Cousteau... Me fascinaba descubrir cosas del reino animal y, aunque en casa no éramos de tener animales de compañía (excepto una tortuga), siempre conectaba mucho con ellos cuando tenía la oportunidad.

De mayor y de forma natural, me decanté hacia las ciencias biológicas y médicas, lo que me llevó a decidirme por la veterinaria y así combinar dos intereses: los animales y la medicina.

¿Por qué decides instalar una clínica veterinaria en Vilafranca de Penedès? Qué cambios has realizado desde los inicios y qué servicios ofreces actualmente a tus clientes.

Después de trabajar casi 10 años para otros, tengo la necesidad de trabajar según mis criterios y gracias a mi entorno familiar, que siempre me ha apoyado, inicio el proyecto de Giravet, mi clínica veterinaria. ¡Todo un reto! Pero al mismo tiempo uno de los proyectos más ilusionantes de mi vida.

Recuerdo levantarme a las dos de la madrugada una noche de febrero del año 2007 y empezar a escribir en un folio el boceto del proyecto que tenía en mente: ubicación, costes de apertura, potencial de clientes, fuentes de financiación... ¡Todavía conservo esas notas! Me hacen sonreír cada vez que las veo, son la prueba de que si haces las cosas bien y con convicción, tienes muchas posibilidades de conseguir lo que te propongas.

Escogí Vilafranca del Penedès porque vivo cerca y en ese momento el barrio nuevo de la ciudad (La Girada) no disponía de servicio veterinario. Además, es una zona bien comunicada con poblaciones cercanas, lo que te permite aumentar tu área de influencia más fácilmente.

En cuanto a los cambios que he realizado desde que abrí hace casi 14 años, han sido muchos. Siempre he intentado hacer las cosas con sensatez y siendo lo más analítico posible. Por ejemplo, trabajé solo en los primeros tres años. Tenía servicio de peluquería unas horas, uno o dos días a la semana, pero el tema médico, de tienda y administrativo lo llevaba yo. Luego fui añadiendo personal: una veterinaria, peluquera todos los días de la semana, una ATV,... de modo que el servicio mejoraba en calidad y eficiencia.

En cuanto a las instalaciones, ya partía con un mínimo de equipamiento para poder realizar bien el trabajo, aunque siempre procuro incorporar mejoras que nos permita estar tecnológicamente al día: electrocardiógrafo, bisturí eléctrico, bombas para administrar suero, ecógrafo, generador de oxígeno, radiología digital, laboratorio completo de analíticas... Respecto a la distribución de la clínica, trabajamos para que pacientes y propietarios se sientan lo más a gusto posible (cambios en recepción, nueva consulta, etc.).

Háblanos un poco de tu equipo. ¿Cuánto tiempo llevan contigo? ¿Cuáles son sus funciones?

Actualmente el equipo lo formamos dos veterinarios y una ATV. Hasta hace dos años también tenía una peluquera canina. La veterinaria, Mireia, lleva cerca de once años trabajando conmigo y Marta, nuestra ATV, cumple 7 este año 2022. Como veterinaria con experiencia, con los años Mireia ha ido ganando mucho peso en el funcionamiento del centro y actualmente se encarga de la medicina interna, dermatología y cirugía general, es muy polivalente y una gran profesional.

La ATV hace un trabajo imprescindible, pues nos ayuda como técnica en todos los temas médicos (consultas, cirugía, analíticas, etc.), pero además se encarga de la tienda, de la atención al cliente y de la coordinación de agendas... una crack.

Por mi parte, yo divido mi tiempo laboral al llevar la gestión del centro y, durante mis horas de consulta, hago medicina general e interna, consultas de oftalmología y cirugía general.

¿Cómo te organizas para hacer de veterinario en la clínica, dedicar tiempo a la gestión de la empresa y además hacer de padre? ¿Tienes algún secreto?

No hay ningún secreto. Creo que se trata de organizarse. Una parte de mi jornada laboral diaria se dedica a la gestión de la clínica, esto significa que cada día estoy encima de los temas para evitar que se acumulen. Trato de planificar bastante.

Cuando estoy en la consulta me concentro en lo que tengo entre manos, en ese momento soy un profesional más que debe resolver casos médicos y mejorar la salud de los pacientes. Evidentemente, es muy importante dedicar parte del tiempo a explicar a cada propietario los detalles relacionados con la salud de su mascota.

Hacer de papá es lo más fácil, es una pasión. Tengo la suerte de poder dedicar tiempo a mi hijo: todas las mañanas estamos juntos hasta que lo dejo en la escuela, algunas tardes puedo recogerlo y participar con él en su día a día, y los fines de semana también podemos disfrutar juntos en familia. Creo que tenemos un horario bien organizado que nos permite a todos compaginar adecuadamente la vida laboral y familiar, y esto es un éxito.

Eres un gerente veterinario que dedicas parte de tu tiempo a analizar qué cosas ocurren y por qué pasan en tu negocio. ¿Qué beneficios te aporta dedicar parte de tu tiempo a la gestión estratégica en la clínica veterinaria?

Creo mucho en la planificación y por eso rara vez tomo decisiones poco meditadas. Por tanto, tener un plan de actuación a corto, medio y largo plazo es básico. Luego se podrá llevar a cabo como tú pensabas o no, pero debes tener una guía con los objetivos.

Por eso, desde hace unos años dedico parte de mi tiempo y recursos económicos a mejorar en gestión y estrategia. Movido por esta inquietud, en 2017 hice la primera evaluación del estado de mi negocio. En ese momento, los resultados me simularon que si quería enderezar el rumbo, aprovechar el potencial del centro y crecer, tenía que invertir en la gestión.

Con los resultados de aquel informe o fotografía del negocio ("Snap shot"), empiezo a asistir a charlas y seminarios de gestión veterinaria básica que me abren los ojos sobre temas y conceptos que desconocía (KPIs, EBITDA, políticas de precios, ...) y otros que hacía intuitivamente pero que no me daban resultados.

En 2018 me decido a contratar los servicios de una empresa de gestión de clínicas veterinarias, Myvetpet Consulting, para que me ayude en la estrategia de mi centro: una de las mejores decisiones que he tomado por GIRAVET.

Los beneficios que aporta tratar de gestionar bien la clínica son claros: mejoran los ingresos, optimizas tus recursos tanto económicos como de personal, tienes contemplados los posibles escenarios del sector y de la evolución de tu clínica (lo que te permite realizar acciones corrección y mejora) y te ayuda en la relación comercial con tus clientes.

En resumen: te permite dar mayor valor a tu empresa y hacerla más competitiva y eficiente.

Hoy en día si no estás en internet no existes. La gente cuando tenemos una necesidad, la que sea, lo primero que hacemos es consultar en Google y, si no apareces o lo haces de forma poco atractiva o estás mal posicionado, pierdes muchas opciones de que te elijan a ti.

Por tanto, es una obligación estar presente en internet y al mismo tiempo una necesidad, pues te permitirá ser más visible para captar potenciales clientes, así como informar y seguir en contacto con tus clientes actuales, ya sea a través de una web útil, de unas redes sociales que te permitan interactuar con ellos. Cuantos más canales mejor.

¿Cómo entiendes que debe ser la comunicación entre la clínica veterinaria y los propietarios de mascotas? Hemos visto las excelentes opiniones que tienes de tus clientes, un 4,7 en Google, es el sueño deseado por muchos compañeros de profesión. ¿Cómo lo haces?

Creo que la base de la comunicación con los propietarios de mascotas es la confianza. Nosotros intentamos crear un clima en el que se encuentren lo suficientemente a gusto como para que puedan expresarnos todas sus inquietudes. Cuando lo consigues los resultados son siempre mejores, pues todos vamos en la misma dirección.

Los clientes deben percibir tu interés y que te mueve la honestidad. Yo lo veo así. Por tanto, cualquier herramienta de comunicación que utilices deberá cumplir estas premisas y desprender honestidad y confianza: ya sea una campaña por sms y vinculada a la web, un post en Instagram, un correo electrónico o una llamada telefónica. Se debe notar que has pensado en ellas/os y que lo que les ofreces es de su interés, que reportará un beneficio a sus mascotas.

En cuanto a la puntuación de Google, es un éxito de todo el equipo, hoy en día la gente te reconoce el trabajo de esta forma y les estamos muy agradecidos de verdad. Sólo intentamos hacer las cosas bien, como hace 14 años cuando abrí y no había puntuaciones online.

Dada tu amplísima experiencia, dinos tu opinión sobre hacia dónde se dirige el sector. ¿Piensas estamos en una transformación de este tipo de negocios hacia una mayor profesionalización?

El sector de pequeños animales siempre ha sido muy atomizado, racionalizarlo algo no estaría mal. La especialización podría ser una de las vías para conseguirlo: centros de primera opinión y medicina preventiva, centros especializados en disciplina concreta, hospitales de área de influencia y hospitales de referencia multidisciplinares para atención de alta complejidad podría ser una distribución bastante equilibrada.

Todo esto debe ir ligado también a un creciente constante en el número de mascotas por hogar en nuestro país e, imprescindiblemente, a la concienciación de las propietarias/es de cuidar y cubrir las necesidades de sus animales de manera adecuada y responsable, sino no vamos a ninguna parte.

Otro tema es quién gobernará los futuros cambios... ¿Los grupos de inversión? ¿Las grandes cadenas de distribución de productos animales? ¿Los Colegios Veterinarios? ¿Los propios profesionales?

Yo lo veo todavía todo un poco incierto, pero que debemos ir reinventándonos porque la transformación ya está aquí, es una realidad.

Francesc González, gerente de Clínica veterinaria Giravet.
David Vargas, gerente de Myvetpet Consulting.